Municipio de El Paraíso (El Paraíso)

 

"★ El municipio de El Paraíso pertenece al Departamento de El Paraíso y colinda al norte con los municipios de San Matías y Danlí, al sur con la ★ República de Nicaragua 👈, al este con el municipio de Danlí y al oeste con el municipio de Alauca y San Matías."

 
Municipio El Paraíso ( El Paraíso )

El Paraíso es una ciudad y municipalidad en el departamento de El Paraíso, en Honduras.

Localización del municipio de El Paraíso 👌

El municipio limita al norte con los municipios de San Matías y Danlí, al sur con la República de Nicaragua, al este con el municipio de Danlí y al oeste con los municipios de Alauca y San Matías.

División Política 🚙🚘

En la División Política Territorial de 1889 era un municipio del círculo de Danlí, el 1 de febrero 1930 se eleva a la categoría de Villa; el 15 de mayo 1959 se le dio categoría de ciudad.


Capital El Paraíso
 • Departamento El Paraíso
Subdivisiones 13 aldeas y 118 caseríos
Superficie  
 • Total 356 17 km²
Altitud  
 • Media 817 msnm
Población (2001)  
 • Total 34,667 hab.
 • Densidad 97,3 hab/km²

Aldeas

El término municipal tiene las siguientes aldeas:

  • El Paraíso (ciudad cabecera del municipio)
  • Cuyalí
  • Dificultades
  • Granadillos
  • La Unión
  • Las Cañas
  • Las Flores
  • Las Manos
  • Las Selvas
  • Los Terrones
  • Los Volcanes
  • San Antonio de Conchagua
  • Santa Cruz

Datos numericos ⩤

Con una población actual de 34.667 habitantes. La cultura no tiene precio y quienes la promueven en estos tiempos de culturalización no sólo se enfrentan a la indiferencia de muchos sectores, sino también a la ignorancia de quienes no saben cómo evaluar el esfuerzo voluntario, que sin ganar un centavo, dedica tiempo y dinero a promover estos valores. En este nivel, los hondureños hemos perdido nuestra identidad liberando nuestras costumbres y utilizando todo lo que nos llega del exterior a través de los medios electrónicos.

En las escuelas y colegios es increíble cómo los propios maestros, padres y autoridades educativas dan cabida a las chabacanadas como la danza del pirulino de la telenovela colombiana conocida como Pedro el Escamoso, celebrando concursos que promueve la misma televisión nacional. Qué lástima, porque con estos programas y con la complicidad de las propias autoridades, nuestros hijos, que de otra manera podrían ser cultivados, los arruinan con el ridículo.

Porque incluso en el pueblo más remoto, en los actos que deben promover lo que es nuestro, aparecen con danzas modernas con temas como "el gorila", "beach boys" y muchos otros que son el reflejo de culturas que no dejan nada positivo. No criticamos los intercambios culturales, pero leemos bien: intercambios que enriquecen los nuestros como el que ofrece la Casa de la Cultura, "Manuel de Adalid y Gamero" con la presencia de la Compañía Artística de Puebla o la participación de trabajadores humanitarios japoneses, que dejan lecciones positivas para mejorar lo poco que los hondureños tenemos en esta área.

Canto de la tierra ♬♭♩𝆔

Promover los valores culturales en una sociedad alienada como la nuestra es difícil, pero debería aplicarse como esos medicamentos amargos que los niños y los adultos raramente tragan, pero que al final saben bien y hacen su trabajo. Esto es lo que Carlos Roberto Romero, director de la Casa de la Cultura de esta ciudad cafetalera, viene haciendo desde hace cuatro años, aplicando el remedio a los pequeños sorbos y logrando involucrar a un sector de la población en actividades distintas a las ya entronizadas en su interior.

Esta es la segunda vez que Romero organiza la Fiesta Cultural en una ciudad que tradicionalmente ha sido indiferente a este tipo de actividades y que cuenta con muy poca gente colaboradora, ya que económicamente no hay beneficios. Sólo gastos, porque desgraciadamente en Honduras hacer cultura es demasiado caro o simplemente no tiene precio porque no hay manera de pagar el costo de devolver la identidad de un pueblo.

Junto con la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, a través de la Concejalía de Arte Popular, este año se ha puesto en marcha por segunda vez el Festival Cultural, obteniendo también la participación de la Alcaldía, que se ha convertido en un valioso apoyo. Y con ello, crear un ambiente diferente para el resto de la sociedad paradisíaca, que ya ve estos eventos con buenos ojos y participa plenamente en las diferentes actividades previstas.

En esta ocasión, los habitantes del paraíso quisieron recordar el 44 aniversario de haber recibido la categoría de ciudad, marcando la diferencia y dejando atrás el pasado alienante de trágicas rancheras y bebidas embriagadoras. Emborracharnos con lo que es bueno, lo que tenemos y lo que somos como hondureños y poder decir a los cooperantes que las cosas se hacen bien también aquí, que podemos preservar nuestra identidad y, al mismo tiempo, enriquecernos con todas las cosas buenas que vienen de fuera.

Con las palabras de bienvenida ofrecidas por el director de la Casa de la Cultura, Carlos Roberto Romero y el alcalde, Justo Emilio Sánchez, los paraiseños han comenzado a soñar y a vivir lo mejor de las semanas, y qué bien, porque de alguna manera les hace olvidar la amarga bebida que ahora viven con la recesión económica y su único activo, como es la cultura del café que pasa por el peor momento de la historia.

Lo agradable de la actividad comenzó con la inauguración, cuando las cintas de madera de la marimba, Alma de Honduras, de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, hicieron sonar este instrumento milenario, lo que se traduce en el canto de la tierra y el lamento del indio, que a lo largo de los años ha sido parte de su expresión e identidad cultural.

Intercambio cultural 🎨🎭

Y no podía faltar el intercambio cultural de un país amigo como Japón, en la mejor de las veladas artísticas de la noche con la participación de colaboradores, encabezados por el embajador Masami Takemoto, quien demostró su talento como músico en un conjunto de flautas y piano. Takhesi Takano, director de la JICA en Honduras, también se destacó con el arpa que tocó varias melodías latinoamericanas, así como su esposa, Chizuko Takano, al piano, con la maestría que lo caracteriza y que hizo vibrar los corazones de los amantes de la buena música.

No te pierdas la presencia de Yukiko Yamazaki y Naoko Wada, que han puesto el sabor y la alegría en cada una de sus actuaciones. Para la gente del paraíso, esta fue una semana inolvidable porque no sólo conocieron la riqueza cultural de otros países como Japón y Estados Unidos, sino también la nuestra, llena de matices propios de nuestros antepasados, como los caramelos de Nueva Celilac de Santa Bárbara, la música Misquita y el Equipo Nacional de Danza Folklórica.

En reconocimiento al pueblo y al gobierno de Japón, por la colaboración ofrecida a través de los cooperadores culturales y educativos, las autoridades municipales de este período han otorgado un reconocimiento especial al Embajador Masami Takemoto.